Año nuevo, vida nueva…
Muchas personas dedican el comienzo de año para planificar nuevas metas y propósitos que los acerque a su desarrollo personal, profesional y financiero. Pero, también muchas de esas personas los abandonan antes de que termine enero.
Según, una investigación publicada en Journal of Clinical Psychology, solo el 46% de las personas que hicieron propósitos de año nuevo tuvieron éxito. Esto demuestra que más de la mitad de las personas que se fijan una meta, fracasan.
¿Cómo podemos fijar propósitos de año nuevo que sí podamos cumplir?
Muchos de los objetivos fracasan por lo ambiguos o poco claros que son, por la mala planificación o incluso porque no están impulsados por nuestro propio deseo de hacer un cambio.
Cómo planificar tus propósitos de año nuevo
1. Reflexiona sobre el año pasado
Evalúa cuáles fueron los logros y desafíos que enfrentaste en 2024. Esto te permitirá identificar áreas que necesitan mejora y celebrar tus avances.
¿Cómo hacerlo?
- Haz una lista de tus logros.
- Reflexiona sobre las metas que no alcanzaste y analiza por qué. ¿Fueron poco realistas? ¿Faltó disciplina?
2. Define propósitos específicos y, sobre todo, realistas
Uno de los errores más comunes es establecer metas genéricas o inalcanzables, como “ser más saludable” o “ahorrar mucho dinero”. En lugar de eso, opta por metas claras y medibles, por ejemplo:
- En lugar de “Hacer ejercicio”, plantea “Ir al gimnasio 3 veces por semana”.
- En lugar de “Ahorrar más”, establece “Ahorrar $100 al mes”.
3. Crea tu plan de acción
Ya sabes cuáles van a ser tus propósitos, ahora hay que definir cómo vas a lograrlo. Empieza por dividir tus metas en pequeños pasos:
- Identifica qué recursos necesitas para lograrlo (tiempo, dinero, herramientas).
- Establece plazos específicos.
- Asigna un horario en tu semana para trabajar en tus metas.
4. Prioriza metas que beneficien tu bienestar
Un error común es centrarse únicamente en metas materiales o profesionales y olvidar aquellas que mejorarán tu bienestar físico y emocional.
Por ejemplo:
- Practicar yoga o meditación semanalmente.
- Disfrutar de la naturaleza regularmente.
- Reducir el estrés desconectándote de dispositivos electrónicos durante ciertos momentos del día.
Elige practicar el hábito adecuado, el que mejor se adapte a ti y así, no solo mejorarás tu calidad de vida, sino que también tendrás más energía para cumplir otras metas. Recuerda que al final, tu salud financiera influye en tu salud mental.
5. Incluye también las metas financieras
La economía y el costo de vida puede cambiar de un año a otro, y prepararte para ello, requiere una planificación inteligente para mantener tus finanzas saludables.
Por ejemplo:
- Crea un fondo de emergencia equivalente a 3 meses de gastos básicos.
- Intenta reducir tus deudas, empezando por las de mayor interés.
- Fija un presupuesto mensual que contemple ahorro y entretenimiento.
- Contrata un seguro de vida y ahorro que te permita proteger a tu familia por si un día llegas a faltar y ahorrar dinero con rendimiento.
6. Sé flexible y adáptate
La vida está llena de imprevistos, y no siempre podrás seguir tus planes al pie de la letra. Esto no significa que debas abandonar tus propósitos, sino ajustar tu estrategia.
- Revisa tus metas cada tres meses y realiza ajustes si es necesario.
- Si una meta resulta demasiado difícil, divídela en pasos más pequeños o redefine el plazo para lograrla.
Ejemplo: Si no lograste ahorrar el monto deseado en un mes, compensa reduciendo gastos el próximo.
Es un nuevo año para seguir mejorando. Recuerda que la clave no está en la perfección, sino en la constancia y la flexibilidad.
Tienes una nueva oportunidad para disfrutar y hacer de este año una experiencia mejor al anterior.